5 Asquerosidades explicadas: mocos, pus, vómito, pies apestosos y flatulencias

man suffering from sick stomach vomiting Cada vez que inhalamos aire, también aspiramos polvo, polen, bacterias y otras partículas que pueden causarnos problemas si llegan a los pulmones. Por eso, el interior de la nariz está cubierto de pelos y mocos. Todos esos agentes se quedan pegados a ellos. Los mocos están hechos de agua y de una glicoproteína llamada lucina, que les da su calidad viscosa. Además, contienen enzimas que atacan a los gérmenes, como la lisozima. Cuando tenemos una infección respiratoria, nuestro cuerpo aumenta la producción de moco. Si la frecuencia de los estornudos es alta, los atrapa y los lanza a más de 60 kilómetros por hora y hasta cinco metros de distancia. Por cierto, aunque no estemos enfermos, podemos producir hasta un litro de mocos diariamente y casi todos nos los comemos sin darnos cuenta.
Índice
  1. Los mocos
  2. La pus
  3. El vómito
  4. Los pies apestosos
  5. La flatulencia

Los mocos

Cada vez que inhalamos aire, también aspiramos polvo, polen, bacterias y otras partículas que pueden causarnos problemas si llegan a los pulmones. Por eso, el interior de la nariz está cubierto de pelos y mocos. Todos esos agentes se quedan pegados a ellos. Los mocos están hechos de agua y de una glicoproteína llamada lucina, que les da su calidad viscosa. Además, contienen enzimas que atacan a los gérmenes, como la lisozima. Cuando tenemos una infección respiratoria, nuestro cuerpo aumenta la producción de moco. Si la frecuencia de los estornudos es alta, los atrapa y los lanza a más de 60 kilómetros por hora y hasta cinco metros de distancia. Por cierto, aunque no estemos enfermos, podemos producir hasta un litro de mocos diariamente y casi todos nos los comemos sin darnos cuenta.

La pus

Cuando alguna lesión se infecta con bacterias u hongos, se forman ampollitas, como pústulas o espinillas, llenas de un líquido blanco amarillento. Resulta que cuando las bacterias invaden una herida, el cuerpo envía a los leucocitos o glóbulos blancos a combatirlas, sobre todo a unos soldados llamados neutrófilos, que lanzan gránulos para destruir las bacterias. Las bacterias se defienden lanzando leucocinas, que matan a los neutrófilos. Luego, llegan los macrófagos, que fagocitan a los muertos y dejan limpia la zona. Así que una gota de pus es un campo de batalla lleno de cadáveres de valientes soldados que murieron por defender tu cuerpo de una invasión, un campo de batalla que hay que limpiar muy bien con antisépticos.

close up woman squeeze out pimples forehead acne pimple skin dermatology puberty woman Cada vez que inhalamos aire, también aspiramos polvo, polen, bacterias y otras partículas que pueden causarnos problemas si llegan a los pulmones. Por eso, el interior de la nariz está cubierto de pelos y mocos. Todos esos agentes se quedan pegados a ellos. Los mocos están hechos de agua y de una glicoproteína llamada lucina, que les da su calidad viscosa. Además, contienen enzimas que atacan a los gérmenes, como la lisozima. Cuando tenemos una infección respiratoria, nuestro cuerpo aumenta la producción de moco. Si la frecuencia de los estornudos es alta, los atrapa y los lanza a más de 60 kilómetros por hora y hasta cinco metros de distancia. Por cierto, aunque no estemos enfermos, podemos producir hasta un litro de mocos diariamente y casi todos nos los comemos sin darnos cuenta.

El vómito

El acto de vomitar, también llamado emesis, comienza con la sensación de náusea. Luego, los músculos abdominales y el diafragma se contraen ejerciendo una fuerza tremenda sobre el estómago, hasta que los esfínteres del esófago se relajan y el contenido del estómago sale. Además de tu comida más reciente, el vómito contiene ácidos gástricos y a veces bilis. La contracción es muy fuerte y puede tener muchas causas, desde comer demasiado hasta problemas con el sistema nervioso. Después de vomitar, se liberan endorfinas en el torrente sanguíneo, lo que hace que te sientas mejor.

Los pies apestosos

Toda nuestra piel suda, y en ella viven bacterias que se alimentan de nuestro sudor. Si les proporcionamos un ambiente oscuro, cálido y protegido del viento, donde también se pueden acumular el sudor y las células muertas, estas bacterias se multiplicarán. Lo mejor para evitar el mal olor es ventilar los pies con frecuencia, no usar zapatos muy calientes y usar calcetines de fibras naturales. Aunque los hongos también pueden ser un gran problema, la mayor culpable del olor es la bacteria freddy bacteria, que se alimenta de piel y expulsa metano, un gas con olor a azufre. Por cierto, esta es la misma bacteria que se usa para producir queso Limburger.

La flatulencia

También llamados pedos, peditos o ventosidades, los gases se producen en el intestino y el estómago. Algunos son simplemente aire que ingerimos con la comida o bebidas gaseosas. El ruido que hacen puede ser una fuente de vergüenza y comedia en muchas culturas. Los alimentos que más gases provocan son aquellos que no se pueden digerir completamente, como los frijoles, la leche, la cebolla y la col. El 99% de una flatulencia no tiene olor, ya que contiene dióxido de carbono, hidrógeno y a veces metano, que es inflamable. Los responsables del olor son el ácido sulfhídrico y el metano, que juntos son menos del 1% del total del gas.

 

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