¿Los hackers son delincuentes?
Los hackers son expertos en cómputo que se introducen en sistemas y redes informáticas sin permiso, con el propósito de obtener información o manipularla. El término "hacker" se refiere a cortar o romper, y aunque comenzó a usarse en referencia a las computadoras en los años 60, los primeros hackers son mucho más antiguos.
Los primeros hackers
Por ejemplo, en 1903, Guillermo Marconi aseguró que su telegrafía inalámbrica era segura, pero un mago llamado Neville la interrumpió y difundió groserías en código morse. Durante la Segunda Guerra Mundial, matemáticos polacos descifraron el código de la máquina Enigma que los nazis usaban para encriptar sus mensajes. Y en 1957, Joe in Greece descubrió cómo hacer llamadas telefónicas gratis en todo el mundo gracias a su habilidad para silbar en frecuencias específicas.
Los primeros hackers, tal como los conocemos hoy, surgieron con la revolución informática en los años 60, especialmente en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde ingenieros y programadores se divertían explorando las capacidades de los sistemas y descubriendo qué eran capaces de hacer. A lo largo de los años, han realizado bromas como poner un automóvil de policía en la cúspide de un edificio o intervenir páginas web para hacer anuncios sorprendentes.
La cultura hacker
Se ha materializado en el Manifiesto GNU, que defiende la libertad de la información y el uso de las habilidades hacker para ayudar a los demás. Los hackers de sombrero blanco evalúan la seguridad de los sistemas y colaboran con organizaciones, mientras que los hackers de sombrero negro roban información con fines ilícitos y son considerados delincuentes.
Algunos hackers famosos son difíciles de categorizar, como Julian Assange, fundador de WikiLeaks, quien ha filtrado información de interés mundial. Otros, como Kevin Mitnick, roban secretos corporativos para beneficio propio, y algunos crean virus que dañan a millones de personas.
Actualmente, la cultura hacker se asocia más con personas que exploran y expanden las capacidades de los sistemas, y muchos buscan cambiar el mundo para mejorarlo. Resolver problemas cotidianos de manera ingeniosa se considera una forma de hacking.
Es importante recordar que el hacking ético es legal y busca mejorar la seguridad de los sistemas, mientras que el hacking ilegal, como el robo de información o los ataques a páginas web, son delitos y pueden llevar a consecuencias legales.